Si llevas tiempo escuchándome, sabes que siempre he tenido cierto síndrome de Peter Pan. O más bien algo de vértigo ante la velocidad a la que pasa mi vida. No debo ser el único, ni debe ser algo moderno, ni únicamente occidental, porque pocos temas se han repetido tanto en la historia de la humanidad como las reflexiones sobre el arte de vivir. Haz la prueba, busca en Google o en Amazon simplemente eso, “el arte de vivir” y de pronto te encontrarás casi infinitas obras clásicas y modernas de muy distinto pelaje. Desde Séneca al Dalai Lama, de Krishnamurti a Schopenhauer, de El arte de vivir en soledad a El arte de vivir en pareja, de hacerlo con sencillez o de hacerlo sin miedo. Por salirme, me ha salido hasta una biografía ilustrada de Lola Flores. Esa no la vi venir.
Pero, ¿por qué vivir es un arte? El arte es un concepto que tiene infinitas definiciones. Las más habituales tienen que ver con usar la creatividad y la imaginación para crear obras bellas o que expresen sentimientos. Pero, otra forma de verlo, es a través de su naturaleza. La naturaleza del arte es una en la que no hay reglas definidas. No hay una única forma de hacer buen arte, ni la misma manera gusta a todo el mundo. Es más, siempre se pueden encontrar nuevas formas de hacer arte. Decía Susan Sontag que el arte es una forma de consciencia, una manera dinámica de contemplar. Por eso, vivir es también un arte. Porque no hay reglas definidas, ni realmente universales, y porque las decisiones que tomamos en nuestra vida son la forma en la que expresamos nuestras conclusiones de contemplar lo que nos pasa.
Que sea un arte, no significa no significa que no podamos aprender de todos aquellos que se obsesionaron sobre el tema antes; igual que un artista puede aprender e inspirarse con otros artistas tan diferentes como Velázquez, El Bosco, Warhol o Kandinsky. O Lola Flores, por supuesto.
Hoy retomamos la serie de diseño vital —esa que en temporadas anteriores usamos para buscar ideas que aplicar en nuestra vida— y lo hacemos para sumergirnos en algunas reflexiones, actuales y clásicas, sobre cómo vivir. Seguramente nos lleve algunos capítulos, no sé cuántos. Aunque, bien pensado, puede llevar toda una vida.
NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO:
Capítulos relacionados:
- #120 Diseño Vital (V): de inmigrante pobre a gurú de Silicon Valley (parte 2)
- #93 Diseño Vital (IV): El agua en la que nadamos
- #80 Diseño Vital (III): de inmigrante pobre a gurú de Silicon Valley (parte 1)
- #71 Diseño Vital (II): lecciones de un ladrón de cajas fuertes
- #57 Diseño vital: compañías indeseadas, el día del tentáculo o “qué listo el amigo Ben”
Libros mencionados:
- Sarah Bakewell – How to Live: Or A Life of Montaigne in One Question and Twenty Attempts at an Answer (en castellano: Cómo vivir. Una vida con Montaigne: En una pregunta y veinte intentos de respuesta)
- Montaigne – Ensayos
- Ovidio – Metamorfosis
- Virgilio – Eneida
Personas mencionadas:
- Michel de Montaigne
- Plutarco
- Eurípides
- Sófocles
- Séneca
- Alejandro Dolina
- Alex Fidalgo
- Ovidio
- Pirrón
- Sarah Bakewell
- Susan Sontag
Conceptos y enlaces recomendados:
- How to Live: Lessons from Montaigne – The Marginalian
- The Definition of Art (Stanford Encyclopedia of Philosophy)
- Estoicismo
- Epicureísmo
- Escepticismo
- Epoché
- Ensayo
Imagen del capítulo: midjourney (prompt: abstract illustration of a life journey)
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