Hay un personaje fascinante en la historia de Estados Unidos al que, al menos en España, conocemos poco más que por su nombre: Benjamin Franklin. En realidad es casi indescriptible. Fue un Da Vinci moderno, un polímata que lo mismo se dedicaba a la política, que a la ciencia, la escritura o a los negocios. Su importancia fue tal que es considerado uno de los padres fundadores de Estados Unidos y, en cierta manera, como el inventor del tipo de sociedad estadounidense. Es indudablemente una de las figuras más influyentes de todos los tiempos.
Y todos estos méritos le permitieron conseguir, casi 200 años después de su muerte, el que para mí es su mayor logro: una gloriosa aparición en uno de los mejores videojuegos que conozco, The Day of the Tentacle. Que no falte el apunte friki.
El caso es que estos últimos días me he leído su biografía y ha sido el empujón definitivo para hablarte de un tema cuyo nombre sólo conozco en inglés: el life o lifestyle design. En castellano sería algo así como el diseño vital.
Podríamos definirlo como un movimiento que se centra en estudiar y plantear cómo podemos diseñar el tipo de vida que queremos vivir. Lo cual no significa que podamos controlarla. Y es que nadie niega que la vida es ingobernable. Hay tanto que no controlamos que las cosas casi nunca son como esperábamos. Y sin embargo, eso no significa que no podamos hacer nada al respecto.
El diseño vital empieza por una elección. Frente a la posibilidad de dejarse llevar por la corriente, hay quien decideagarrar el timón e intentar navegar en la dirección que quiere, como buenamente pueda.
En realidad, el diseño vital no es nada nuevo, seguramente ha estado acompañado a la humanidad desde siempre, porque personalmente creo que muchos, si no todos, tenemos un impulso natural a intentar ser dueños de nuestro destino. Y el tema tampoco es nada nuevo en kaizen. Nunca lo he nombrado explícitamente, pero obviamente muchos de los temas de los que te he hablado en el podcast se relacionan con el diseño vital o con mis propios esfuerzos por diseñar mi vida: el mismo concepto de mejora continua o aprendizaje continuo, el estoicismo, la generación de hábitos o el desarrollo de habilidades de negociación, influencia o persuasión son parte de eso también.
El diseño vital tiene muchas dimensiones. Podemos, por ejemplo, pensar y diseñar el camino a vivir dónde y cómo queramos, el tipo de familia que queremos tener o qué experiencias queremos tener en cada momento de nuestra vidas. Hay mucha literatura al respecto y hay movimientos como el minimalismo o el nomadismo que hablan de ello y de los que quizás hablemos en otro capítulo.
Pero precisamente por lo caprichosa que es la vida, nunca ha sido ésta la parte que más me ha interesado del diseño vital, sino la que tiene que ver con moldear la persona que queremos ser. Con tomar el control de nuestros hábitos y nuestras actitudes para acercarnos a cómo nos gustaría ser. Y sobre lo mucho que Ben Franklin tenía que decir sobre el tema, te hablo en este capítulo.
NOTAS DEL CAPÍTULO
Libros recomendados:
- Benjamin Franklin – Autobiografía
- William Burnet & Dave Evans – Designing Your Life: How to Think Like a Designer and Build a Well-Lived, Joyful Life
- Stephen Covey – The 7 Habits of Highly Effective People: Powerful Lessons in Personal Change (en castellano: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva)
- Tim Ferriss – The 4-Hour Work Week: Escape the 9-5, Live Anywhere and Join the New Rich (en castellano: La semana laboral de 4 horas)
Personas mencionadas en el capítulo:
Enlaces recomendados:
- Stanford Life Design Lab
- Lifestyle Design: How to Create Your Life As You Want It
- Designing your life
- What is Lifestyle Design?
- The Day of the Tentacle
Música del capítulo:
Music from the video game Maniac Mansion: Day of the Tentacle from 1993, by LucasArts
Music by Clint Bajakian, Michael Land, Peter McConnell
Imagen del capítulo: El hombre de Vitruvio, Leonardo Da Vinci