Después de unos pocos capítulos tal vez más filosóficos o etéreos de lo habitual, he pensado que hoy vamos a volver a poner los pies un poco más en la tierra y en el día a día y a hablar de algo que creo que es práctico y que me consta que os interesa a muchos de los que oís kaizen: la productividad personal.
Ya le dedicamos un primer capítulo esta misma temporada para hablar de cómo favorecer nuestra concentración, lo tienes enlazado en las notas. En aquel te contaba de pasada que una de las claves para mí era la priorización y que priorizar no es más que, en el fondo, decir que no a todo, menos a una cosa.
Decir que no es la mayor herramienta de productividad que yo conozco. Pero nos cuesta. Nos cuesta mucho.
Por eso, a la importancia de decir que no y a cómo hacerlo, le vamos a dedicar el capítulo de hoy.
NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO
Libros recomendados:
- Greg McKeown – Essentialism (en castellano: Esencialismo)
Capítulos relacionados:
- #49 Tentando a la suerte: Marco Aurelio, ruletas rusas y cazadores de tesoros
- #69 Productividad personal (I): el superpoder de la concentración
- #75 Productividad personal (II): de lo mínimo a lo esencial
Personas mencionadas:
Enlaces recomendados:
- Plantillas para decir que no
- The Ultimate Productivity Hack is Saying No
- Eight Ways to Say No With Grace and Style
- The power of saying no
- Start with “no” for a better “yes”
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