#196 Visualización: paracaidistas sin paracaídas, ahorrar para la jubilación y maratones

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Imagina asomarte desde un avión, al vacío, a 25,000 pies de altitud.

Claro, que si eres como yo, no tendrás ni idea de cuánto son 25,000 pies. Son 7620 metros. Es decir, más de 7 km y medio. A esa altitud, los paracaidistas a menudo necesitan usar bombonas de oxígeno. O eso he leído, por lo que sea no lo he comprobado. Ahora que tenemos una idea más o menos clara volvamos al avión.

Te decía que imaginaras asomarte. El suelo se ve muy lejos, todo parece muy pequeño y el aire, helador, retumba en tus oídos.
Imagina ahora que te dejas caer. E imagina que lo haces sin paracaídas.

He echado unos números rápidos y tendrías por delante poco más de dos minutos antes de llegar al suelo.

Imagina, y esto te será más fácil de imaginar, que, por lo que sea, tu objetivo no es acabar decorando el suelo con tus entrañas. No. Si te has dejado caer, ha sido con la intención de aterrizar en una red especial, de 30 metros por 30 metros de lado, que te espera allá abajo. Y, de paso, batir el récord del mundo de salto sin paracaídas.

Eso hizo Luke Aikins en 2016.

30 metros por 30 metros es una superficie aparentemente grande: son 900 metros cuadrados. Claro, que a 7 kilómetros y medio de distancia, aquello es como enhebrar una aguja. Aikins cuenta cómo, a medida que descendía, podía ver las montañas a su lado, los ríos serpenteando en el suelo… pero que él sólo buscaba una cosa: luces blancas. De hecho, antes de saltar, un amigo le dio un breve consejo en inglés: White, you are alright; red, you are dead. Blanco, Todo bien. Rojo estás muerto. Y es que, para facilitar un poco esta locura, en tierra pusieron luces como las que utilizan las pistas de aterrizaje de los aviones. En rojo la zona alrededor de la red. Vamos, donde más vale no caer. Y en blanco brilla la zona interior de la red. Ese es el objetivo.
Cuenta Akins que eso fue en lo único en lo que se enfocó. Que, de hecho, esa fue la clave, ese foco concentrado en algo tan pequeño es lo que le permitió hacer ese salto, hacer lo que parece imposible para cualquier persona, saltar de un avión sin paracaídas y no sólo encontrar, sino enhebrar, una aguja en un pajar.

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Imagen del capítulo: MidJourney (prompt: kaleidoscopic eyes illustration)

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