#138 El largo y sinuoso camino al éxito (II): las leyes del éxito

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¡Ya estamos aquí de nuevo!. Espero que hayas pasado un buen verano. El mío ha sido estupendo aunque muy intenso por un montón de cosas que ya te iré contando. Eso sí, tenía muchas ganas de volver al podcast y espero que tú también del regreso de kaizen porque tenemos por delante cerca de 40 capítulos en esta quinta temporada que empieza ahora. Y vamos a comenzarla donde dejamos la anterior.

Y es que acabamos hablando de ese pulpo de cinco patas que es el éxito. De lo difícil que es definirlo, de los muchos aspectos que tiene y de cómo muchos de ellos son incompatibles entre sí. Y terminamos llevándonos algo de tarea para las vacaciones. Te decía que, como deberes veraniegos, yo iba a intentar entender cuál era mi propia definición del éxito,aunque no sabía si lo que haría sería comerme al dichoso pulpo a la gallega. Y te invitaba a que hicieras tú lo mismo. Lo de buscar tu definición, no lo de comerte al pulpo. Bueno, o eso también, eso ya va en gustos. 

En fin, que no sé si tú habrás encontrado respuesta. Para mí, el éxito en la vida tiene que ver con lo que cada uno esperamos de ella y creo que nuestras expectativas cambian según nuestro momento vital. En general, mi definición del éxito sería algo así como encontrar un equilibrio que me permita hacer lo suficiente de todo aquello que valoro. Y como es un juego de equilibrios supongo que es una pregunta que me acompañará siempre, a medida que unas cosas tomen más protagonismo que otras y tenga que corregir el rumbo. En cualquier caso, a mi definición y a ese equilibrismo volveremos un poco más adelante esta temporada. Hoy vamos a intentar dejar las preguntas más filosóficas a un lado y centrarnos en un aspecto más concreto del éxito. De hecho, vamos a hablar de eso en lo que habitualmente pensamos cuando decimos que alguien es exitoso en su vida. 

Antes del verano me contactaron de una conocida cadena de televisión española. Que no es algo que me pase todos los días, pero sí sucede de vez en cuando. Normalmente tiene que ver con mi trabajo, ya fuera en BlaBlaCar antes o en FREE NOW en estos últimos años. Otras veces lo que sucede es que alguien en la redacción del programa es oyente de kaizen y amablemente piensa en mí para participar en el tema que vayan a tocar. Y yo les estoy muy agradecido, aunque por lo generaltiendo a ser cauto con ese tipo de apariciones en medios, y en especial en la tele, sobre todo si creo que puede tratarse de un tema polémico. No es que no me gusten los temas polémicos, de hecho creo que en Nada Que Ganar no dejamos un charco sin pisar. Pero también pienso que las dinámicas de la tele no siempre te dejan controlar tu propio mensaje, ni expresarte como te gustaría. 

Y algo así me temí en esta última ocasión. El contacto era para invitarme a hablar en un programa especial sobre la meritocracia. Un tema que es apasionante, pero que ha estado muy politizado últimamente en España. Lo que personalmente creo que no ayuda a nadie. Además, me incomodaba que pudiera parecer que yo me presentaba como un ejemplo de meritocracia. En general no suelo considerarme ejemplo de casi nada, pero mucho menos aún de eso, como te contaré en seguida. Así que por todos esos motivos, decidí no participar.

Eso sí, el tema no deja de ser apasionante y es además ineludible si queremos seguir hablando del camino al éxito. Y esto no es la tele, sino que es mi podcast. Lo cual no es garantía de que yo no vaya a meter la pata con lo que diga, pero al menos seré el único responsable. Y quiero pensar que la mayoría de quienes lo escucháis me conocéis lo suficiente como para ser benévolos si lo hago. Así que hoy hablamos de la fórmula del éxito y del papel que juega el mérito en ella. A ver qué sale.

NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO:

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📸 Foto de Ivan Diaz en Unsplash