#171 Doce aprendizajes de una década

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El de hoy es un capítulo más personal de lo habitual. Por decirlo de alguna manera no es «de los de aprender». O no al menos como habitualmente. Porque se me han acumulado algunas cosas de las que quería hablarte antes de que la semana que viene termine esta temporada del podcast y yo me tome un muy necesario parón veraniego (al menos para mí) y he pensado en juntar todo ello en este capítulo, casi a modo de popurrí. Y es curioso, porque hace ahora cuatro años casi exactos publiqué uno similar, en el que te contaba que dejaba BlaBlaCar y cambiaba de trabajo. Y aunque en algunas cosas los capítulos se parezcan, la película ha cambiado bastante en este tiempo. Por aquel entonces yo tenía novia, aunque no vivíamos juntos aún, y había lanzado tres meses antes un podcast, éste, que apenas tenía unas 500 descargas por capítulo. Y creía, además, que tras la época de maravillosa locura que había sido BlaBlaCar, mi vida se iba a tranquilizar un poco. Me equivocaba. 

En lo profesional, aterricé en una empresa que se llamaba mytaxi y que un mes después cambió de nombre a FREE NOW. Llegué como Director General para España y con algunos retos interesantes, tanto en el equipo como en el negocio. Y apenas 10 meses después, cuando ambas cosas estaban bastante encauzadas, llegó la pandemia. Resulta que si tu negocio consiste en mover personas y nos tenemos que encerrar todos en casa, pues por lo que sea se complica la cosa un poco. Mira tú. Pero salimos adelante, y el caso es que una pandemia, una fusión empresarial, tres jefes, cuatro puestos distintos y unos cuantos viajes después, acabé siendo Director General para el oeste y sur de Europa, o lo que es lo mismo, para Reino Unido, Francia, Italia, Portugal y España. Una mezcla curiosa. Bueno, pues eso era hasta la semana pasada, que fue mi última en FREE NOW. Ha sido una experiencia muy intensa, pero muy bonita, de la que me llevo la alegría y el honor de haber trabajado con mucha gente increíble. 

Por otro lado, y mucho más importante, aquella novia de hace cuatro años y yo nos fuimos a vivir juntos pocos meses antes de que llegara esa misma pandemia. Bueno más bien se vino ella al piso en el que yo vivía y que era estupendo para una sola persona o incluso para dos que trabajaran todo el día en una oficina. Pero que quizás era ligeramente pequeño para estar ambos encerrados primero y teletrabajando después. A pesar de ello, no sólo no nos matamos, sino que hace ahora poco más de un año descubrimos que íbamos a ser padres. Así que dos años y pico teletrabajando desde la misma mesa en la que comíamos, unas obras más largas que las de El Escorial en mitad de la serranía de Cuenca, un embarazo, una mudanza, una boda y un parto después, aquí estamos, con una pequeña dictadora de casi cinco meses de edad gobernando nuestra casa. Y esto sí que es para toda la vida. 

Y en cuanto a ese podcast que empezaba hace algo más de cuatro años, pues posiblemente sepas que se me fue un poco de las manos. Lo que eran unas 500 descargas por capítulo en la semana de estreno son hoy unas 12.000. En total, cerca de cuatro millones y medio de descargas en cinco temporadas casi completas, distribuidas en 171 capítulos. O lo que es lo mismo, unas 72 horas de contenido. Como si me pusiera a hablarte, sin parar, durante tres días. Y por si me quedaban cosas por decir, con un libro recién publicado y con esa gamberrada que hacemos mis queridos Javier González Recuenco, Cris Carrascosa y yo. 

Y así llegamos al día de hoy, sin trabajo, con una hija recién nacida, unos cuantos proyectos paralelos y una pregunta que todos nos hacemos a veces: ¿y ahora qué? Y la verdad es que no lo sé. Es una pregunta que me hago desde hace tiempo y aún no tengo respuesta. 

Hay quien me ha sugerido que por qué no me dedico en exclusiva al podcast. Y es tentador, pero creo que no valgo para hacer una sola cosa y tengo cierto miedo de que de convertir este hobby en una responsabilidad aún mayor acabara quemándolo. También doy clases y charlas en empresas y eventos y las disfruto mucho, pero no son suficientes como para vivir de ellas. Quizás combinándolo todo… pero… tengo la sensación de que entonces echaría de menos otras cosas. ¡Así de inconformistas somos los humanos!.  

Pero bueno, de momento tengo un plan, bastante simple, pero un plan, al fin y al cabo. Como mis últimos 10 años han sido una (maravillosa) locura, me he autoimpuesto calma y tiempo para disfrutar de este momento. Me voy a dedicar a hablar con gente, ver qué proyectos surgen y cuáles me atraen y, de paso, entender qué echo de menos y qué no de la vida que he llevado en la última década. Y mientras tanto, voy a aprovechar para potenciar el podcast, las clases, las charlas, seguir promocionando el libro… y, sobre todo, ejercer de padre. Algo me dice que no me voy a aburrir. 

Así que para todo esto, para proyectos, podcasts, charlas, clases… para todo menos para otra paternidad, que con esta tengo suficiente de momento, si crees que tiene sentido que hablemos, aquí estoy.
Y dado que ahora empiezo este periodo de intentar entender cuál es ese siguiente paso, he pensado que éste era un buen momento para tratar de reflexionar sobre estos últimos diez años y contarte algunos de mis aprendizajes. Y me he puesto a escribir y han salido doce, como podrían haber salido veinticinco, pero en algún punto había que cortar. He intentado que sean lo más generales posible, y por eso no he entrado en aspectos más personales o más específicos de mi edad y mi etapa vital, como tener o no tener hijos, casarse, y todas esas cosas que, si te interesa, podemos tratar otro día.

NOTAS DEL CAPÍTULO

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Imagen del capítulo: midjourney (prompt: “Abstract illustration of multiple life paths crossing each other”)

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