«La fortaleza de la moneda de un país está basada en la fortaleza de su economía. Y la economía americana es de largo la economía más fuerte del mundo. De acuerdo a ello, he ordenado al Secretario del Tesoro que tome las acciones necesarias para defender el dólar frente a los especuladores. He ordenado al Secretario Connolly suspender temporalmente la convertibilidad del dólar en oro y otros activos de reserva excepto en cantidades y condiciones que se consideren en el interés de la estabilidad monetaria y en el mejor interés de Estados Unidos»
Con estas palabras, Richard Nixon anunciaba el 15 de agosto de 1971 un cambio temporal que fue, como suele pasar con este tipo de medidas políticas, definitivo. Se había roto el patrón oro, es decir, Estados Unidos, a partir de ese punto, podía imprimir cuanto dinero quisiera sin necesidad de que hubiera un equivalente en oro que lo respaldara. Hay quienes vieron en ello una forma de imponer al mundo que su moneda fuera el nuevo patrón mundial y quienes lo interpretan hoy como el principio del fin de la hegemonía americana.
Hemos dedicado los dos últimos capítulos de esta serie, que en un ataque de optimismo marketiniano llamé «La estructura del mundo», a algunas ideas básicas sobre la economía, porque era una pieza clave que nos faltaba por tratar en ese extraño objetivo que nos hemos marcado de intentar crearnos un gran modelo mental sobre cómo funciona el mundo. Algo así, sencillito, para pasar el rato.
Y te decía en esos dos capítulos que el objetivo era doble: por un lado, entender la visión simplificada que utilizan quienes intentan gobernar este sistema tan complejo que llamamos economía, aún sabiendo que muchas veces las predicciones económicas son tan acertadas como las de cualquier horóscopo. Por otro lado, te prometía que íbamos a intentar utilizar lo aprendido para lanzarnos a hablar de cosas más interesantes. Y hoy empezamos a hacerlo, sumergiéndonos de lleno en una pregunta que lleva tiempo rebotando de un lado a otro en mi cabeza: ¿estamos al borde de un cambio en el orden mundial?
Ya he comentado alguna vez que tengo la sensación de que estamos viviendo en una de esas bisagras de la historia, en momentos de cambio profundo. Pero que siempre tengo la duda de si realmente es así, o si todas las generaciones tendemos a pensar eso de los tiempos que nos toca vivir. Pero, aunque estoy profundamente convencido de que intentar anticipar el futuro es un ejercicio absurdo porque vivimos rodeados de aleatoriedad y en entornos básicamente impredecibles, a la vez pienso que el pasado y el futuro suelen rimar, como decíamos cuando veíamos las «Lecciones de la Historia» de los Durant. Aunque nada esté predestinado a repetirse, lo cierto es que hay patrones que parecen suceder una y otra vez, con ligeras variaciones.
Dice el refranero español que «nadie escarmienta en cabeza ajena» y lo cierto es que a los seres humanos se nos da regular eso de aprender de los errores que otros cometieron antes que nosotros. Para bien y para mal, nos mueven las mismas emociones que a nuestros antepasados: la misma envidia, la misma codicia, las mismas ganas de cambiar las cosas, la misma inventiva; y eso nos lleva a replicar muchas veces los mismos errores y los mismos aciertos. La historia del ser humano es una sucesión continua de épocas de ascenso, prosperidad y decadencia. Una y otra vez, un imperio tras otro. Así que la pregunta es ¿en qué momento estamos nosotros?
NOTAS Y ENLACES DEL CAPÍTULO:
📚Libros recomendados:
- Ray Dalio – Principles for Dealing with the Changing World Order (en castellano: «Principios para enfrentarse al nuevo orden mundial»)
👤 Personas mencionadas:
🔗 Enlaces recomendados
- (Vídeo) The Challenge of Peace – President Nixon’s Address to the Nation on A New Economic Policy
- (Vídeo) Principles for Dealing with the Changing World Order by Ray Dalio
🙌 Patrocinador del capítulo: Balio (Recuerda, código: KAIZEN20)
📸 Foto de Luke Stackpoole en Unsplash